El jugador español del Celta de Vigo Santi Mina fue condenado a cuatro años de prisión por violencia sexual contra una mujer, informó este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Santi Mina fue condenado a cuatro años de prisión por “abuso sexual” por la Audiencia Provincial de Almería (sur), que lo absolvió del delito más grave de “agresión sexual“, por el que el fiscal pedía 8 años de cárcel.
Esta última categoría incluye la violación, que exige pruebas de intimidación o violencia.
Según la sentencia, el jugador celeste tampoco podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima durante doce años.
En el mismo juicio ha sido absuelto del delito de agresión sexual el amigo del futbolista David Goldar, contra el que no había actuado la fiscalía, pero sí la acusación particular, que pedía nueve años y medio de prisión.
Según la sentencia, a la que tuvo acceso la AFP, los hechos ocurrieron el 16 de junio de 2017 en la localidad de Mojácar (sudeste de España).
El jugador, que entonces pertenecía al Valencia, se encontraba de vacaciones en esa localidad andaluza con su amigo Goldar.
Mina habría aprovechado que su amigo se había ido con una mujer a una caravana que tenía aparcada cerca de una discoteca de Mojácar para entrar en el vehículo y perpetrar los hechos.
De acuerdo a la sentencia, Mina “introdujo su pene” en la boca de la víctima, que se resistió, y luego, y “a pesar de la ausencia de consentimiento de la víctima, la echó hacia atrás en la cama, introduciéndole los dedos de la mano derecha en la vagina“.
La defensa del jugador ha anunciado que recurrirá la sentencia, tras la que el Celta ha decidido apartar a su jugador.
El equipo celeste ha decidido abrir “un expediente disciplinario al jugador Santiago Mina para dilucidar sus responsabilidades laborales a la vista de esta resolución”, afirmó el club celeste este miércoles en un comunicado.
“Por esta razón y de manera cautelar, se ha decidido apartar al jugador, provisionalmente, de los entrenamientos del primer equipo”, añadió el Celta.
El Celta “respeta el derecho de defensa del jugador, pero se ve en la obligación de tomar medidas frente a aquellos hechos que menoscaban de forma notoria la imagen del club y atentan directamente contra sus valores”, aseguró el club gallego.
El Celta concluye “mostrando una vez más su más absoluto rechazo hacia el delito tipificado en la resolución judicial”.